El ascenso del mejor prospecto de los Yankees , Jasson Domínguez, aportó una impactante energía marciana al equipo, que realizó una exhibición de talento en su primer partido de la serie contra los Reales. Los Yankees combinaron bateo potente y velocidad para conseguir una victoria por 10-4, pero los primeros errores defensivos en el camino pusieron de manifiesto sus desafíos.
Ante 35.308 aficionados en el Yankee Stadium, Domínguez, conocido como “El Marciano”, causó un impacto inmediato, contribuyendo a la ofensiva junto a su compañero novato Austin Wells. Wells protagonizó un momento crucial con un jonrón de tres carreras que dio la ventaja a los Yankees, culminando su segunda remontada de la noche.
Domínguez, reflexionando sobre el potencial de la alineación, expresó su confianza en que, cuando todo encaje, el ataque podría ser formidable: “Va a ser bueno, me siento como un loco”.
La victoria llevó a los Yankees a un récord de 83-61 y amplió su ventaja sobre los Orioles a 1,5 partidos. A pesar de una desventaja inicial de 2-0 tras tres entradas y de 4-3 tras seis, los bates de los Yankees cobraron vida en una decisiva remontada en la séptima entrada.
Frente al relevista de los Reales, James McArthur, Gleyber Torres inició la entrada con un sencillo en el campo, seguido de un paseo de Juan Soto. A continuación, Aaron Judge conectó un sencillo decisivo, que supuso el primer hit de los Yankees con corredores en posición de anotar tras varias oportunidades perdidas.
Wells le siguió con su 13º jonrón de la temporada, un altísimo disparo de tres carreras a la grada del jardín derecho que estableció una marca personal con cuatro carreras impulsadas en la noche.
Después, Wells dijo que el cuadrangular fue una liberación de la frustración acumulada en los bateos anteriores y en el flujo y reflujo del partido. Describió el golpe como un punto de inflexión emocional, que pone de relieve la resistencia que ha caracterizado su impresionante campaña de novato.
“Estaba borracho. Estaba inconsciente”, dijo el defensa sobre su partido de 4 carreras impulsadas. “Estaba enfadado por la forma en que habían transcurrido los bateos anteriores y el partido, así que fue una gran descarga de emociones”.
El entrenador de los Yankees, Aaron Boone, admitió que nunca previó que Austin Wells alcanzara este nivel de rendimiento allá por los entrenamientos de primavera. El receptor de 25 años se ha convertido rápidamente en un firme candidato a Novato del Año de la Liga Americana, gracias a su combinación de habilidades defensivas y potencia en el plato. Wells ya ha conseguido el segundo mayor número de jonrones de un receptor novato en la historia de los Yankees, sólo superado por los 20 de Gary Sánchez en 2016.
El impacto de Wells fue más allá de su crucial jonrón de tres carreras en la victoria del lunes sobre los Reales. En la octava entrada, los Yankees mantuvieron la presión sobre el bullpen de Kansas City. Gleyber Torres añadió un sencillo con RBI, Aaron Judge se embasó en un doble play que anotó una carrera, y Wells coronó su noche de cuatro RBI con un doblete con RBI, llevando a los Yankees a los dos dígitos.
Al reflexionar sobre el ataque del equipo, Wells expresó su confianza en su potencial, subrayando la importancia de una producción constante para mantener su éxito.
Bates yanquis enérgicos pero guantes endebles
La reciente incorporación de Jasson Domíngueza la alineación ha inyectado velocidad y agilidad a la estrategia ofensiva de los Yankees. En su primer partido de vuelta, demostró su habilidad como corredor de base, convirtiendo un sencillo en una oportunidad. Tras pasar a segunda por una jugada por tierra de Anthony Rizzo que podría haber sido una doble jugada con un corredor más lento, Domínguez robó la tercera base y anotó cuando el lanzamiento del receptor de los Reales, Salvador Pérez, se desvió hacia el jardín izquierdo.
Domínguez jugó principalmente en el centro del campo durante el partido, pero se espera que pase al jardín izquierdo durante la mayor parte de la temporada, lo que probablemente reducirá el tiempo de juego de Alex Verdugo.
Verdugo pareció estar a la altura de la mayor competencia. Tras la anotación de Domínguez y el paseo de Oswaldo Cabrera, Verdugo lanzó un jonrón de dos carreras a la derecha, dando brevemente la ventaja a los Yankees. Era sólo su segundo jonrón en sus últimos 51 partidos, lo que sugiere que la presión añadida podría estar alimentando un resurgimiento.
El trío del bullpen de los Yankees, formado por Jake Cousins, Luke Weaver e Ian Hamilton, se combinó para lanzar tres entradas sin anotaciones y conseguir una victoria por 10-4 sobre los Reales. El resultado final podría haber sido aún más abultado si no hubiera sido por algunos errores defensivos que ensombrecieron la sólida actuación de Carlos Rodón en seis entradas, en las que permitió cuatro carreras, pero sólo dos de ellas en propia meta.
Los Reales se aprovecharon de una defensa descuidada al principio, y marcaron en la primera entrada después de que Tommy Pham llegara a un error de Jazz Chisholm Jr, robara la segunda y avanzara a la tercera por un error de lanzamiento del receptor Austin Wells. Pham cruzó el plato con un sencillo, marcando la pauta para Kansas City.
Salvador Pérez amplió la ventaja de los Reales con un bambinazo solitario en la tercera entrada. Una falta de comunicación defensiva en el outfield de los Yankees en la quinta entrada agravó sus males. Pérez bateó un elevado que cayó entre Juan Soto y Gleyber Torres. Soto no avisó a Torres, que se adelantó en la jugada, y su intento de retroceder fue demasiado tarde, permitiendo que la pelota cayera para un sencillo. Bobby Witt Jr. aprovechó el error y anotó desde la primera posición para empatar el partido.
El mánager Aaron Boone reconoció los errores defensivos, subrayando la importancia de ejecutar las jugadas rutinarias. A pesar de los errores, Rodón mantuvo la compostura, ponchó a nueve y mantuvo a los Yankees en el partido.
La chispa ofensiva de Wells proporcionó el colchón que necesitaban los Yankees, ayudando a superar sus fallos defensivos. La victoria demostró la potencia ofensiva de los Yankees cuando funciona, pero también puso de manifiesto los persistentes problemas defensivos que deben resolver de cara a la postemporada.
¿Qué te parece? Deja tu comentario a continuación.