Carlos Rodón sacó a relucir su brillantez pre-Bronx en el montículo el miércoles, mostrando la habilidad y el dominio que le convirtieron en una de las preciadas adquisiciones de los Yankees en la temporada baja. Mientras la clase magistral ofensiva de los Yankees pisoteaba a los Astros, su rugiente remontada desempeñó un papel fundamental a la hora de sellar el destino de los rivales.
A pesar de ceder un jonrón en solitario a Kyle Tucker en la primera entrada -el tercero largo del bateador en otros tantos partidos-, Carlos Rodon recuperó rápidamente la compostura. Una vez que sus compañeros le dieron ventaja, el zurdo golpeó con regularidad la zona de strike, atravesando las entradas con eficacia y manteniendo bajo control el número de lanzamientos.
La resistencia de Carlos Rodón también se puso a prueba en la quinta entrada, cuando permitió que los dos primeros bateadores llegaran a la base. Sin embargo, logró salir del atolladero con maestría, provocando un “groundout” de Jake Myers, un “flyout” de José Altuve y culminando el escape con un “strikeout” oscilante de Tucker.
Con cada inicio que pasa, Carlos Rodón parece estar recuperando gradualmente la forma que le estableció como uno de los lanzadores más formidables del juego durante las temporadas 2021 y 2022. Aunque puede que aún no haya vuelto del todo a ese nivel de élite, el zurdo ha sido fiable y eficaz en todas sus salidas de este año excepto en una.
En el triunfo del miércoles por 9-4 sobre los Astros en el Bronx, Carlos Rodon se recuperó admirablemente de su peor salida de la temporada, que tuvo lugar en Baltimore, donde permitió siete carreras, incluidos tres jonrones. Frente a un equipo de Houston que parece ser una mera sombra de la potencia que ha alcanzado la ALCS cada año desde 2017, Carlos Rodon limitó a los Astros a sólo dos carreras en 6 ¹/₃ entradas de trabajo.
Carlos Rodon impulsa a los Yankees ante los Astros
Impresionantemente, el titular de los Yankees no dio ni un solo paseo y, gracias en gran parte a un deslizador particularmente engañoso, logró siete ponches en la noche.
Carlos Rodon confió mucho en su deslizador, desplegándolo con más frecuencia de lo habitual esta temporada. Este enfoque estratégico resultó crucial para salir de una situación potencialmente peligrosa en la quinta entrada. Con corredores en las esquinas y los Yankees aferrándose a una ventaja de cuatro carreras, Rodon soltó un devastador deslizador para ponchar a Kyle Tucker y poner fin a la amenaza.
El entrenador de los Yankees, Aaron Boone, se deshizo en elogios hacia la actuación de Carlos Rodón, expresando su admiración por la capacidad del zurdo para neutralizar eficazmente a los bateadores rivales. Boone destacó su mejor dominio de la zona de strike en comparación con sus salidas de principios de año, elogiando su consistencia a la hora de golpear la zona y mantener a los bateadores desequilibrados.
“Está en un buen momento y es mérito de todo el trabajo que ha hecho”, dijo el capitán de los Yankees. “Empezó a principios de la temporada baja con su compromiso con todo -lanzamientos, acondicionamiento- para ponerse en posición de tener la oportunidad de triunfar. Sentó todas las bases y ahora estamos viendo los frutos de ello”.
Reflexionando sobre su cambio respecto a su anterior salida, Carlos Rodón atribuyó su éxito a un enfoque más agresivo a la hora de atacar la zona de strike. Reveló que su plan de juego se centraba en lanzar con más frecuencia en las regiones superiores de la zona, un marcado contraste con su salida anterior.
“Tenía la idea de que quería estar más arriba en la zona que la última vez”, dijo tras reducir su ERA a 1,86 en tres salidas en casa y a 2-0 este año. “Pude adelantarme y llegar al slider”.
Al ejecutar esta estrategia, Carlos Rodón ganó ventaja en los recuentos, preparando el terreno para que su deslizador se convirtiera en un arma aún más potente. Los resultados hablan por sí solos, ya que Carlos Rodón tiene ahora un impresionante récord de 2-0 con una brillante ERA de 1,86 en tres salidas en casa esta temporada.
A medida que el partido avanzaba hacia la séptima entrada, Carlos Rodon empezó a mostrar signos de fatiga. Permitió un doblete con un out a Mauricio Dubon, seguido de un sonoro triple con RBI de Jake Meyers. Con la parte superior de la alineación de los Astros por cuarta vez, la noche de Carlos Rodón llegó a su fin, pero no antes de que hubiera ofrecido otra actuación estelar en el montículo.
La oportuna intervención de Caleb Ferguson resultó decisiva, impidiendo a Meyers cruzar el plato y permitiendo a Rodon mantener a raya a los Astros, limitando su producción ofensiva a sólo dos carreras.
En sus ocho primeras salidas de la temporada, Carlos Rodón ha mostrado una notable regularidad y eficacia en el montículo, cediendo más de dos carreras en sólo dos ocasiones, lo que demuestra su capacidad para mantener a raya a las alineaciones rivales.
En marcado contraste con su desastrosa campaña inaugural con los Yankees, Carlos Rodón ha demostrado una mayor propensión a generar bolas de tierra esta temporada, lo que supone una notable mejora respecto a su rendimiento del año anterior.
Sin embargo, el zurdo de 31 años aún no ha recuperado totalmente el dominio que definió sus temporadas estelares con los Medias Blancas en 2021 y con los Gigantes en 2022, lo que deja margen para un mayor crecimiento y desarrollo a medida que avanza la campaña.
Fue ese rendimiento de élite lo que atrajo a los Yankees a invertir fuertemente en Carlos Rodón, firmándole un lucrativo contrato de seis años y 162 millones de dólares.
El mánager Aaron Boone atribuyó el éxito actual de Carlos Rodon a su inquebrantable dedicación y trabajo duro. Destacó el compromiso del lanzador, que comenzó durante la temporada baja, al centrarse en varios aspectos de su oficio, como la mecánica de lanzamiento y el acondicionamiento, para sentar las bases de una temporada fuerte. Boone destacó que la diligencia y la preparación de Carlos Rodón han dado sus frutos, lo que se ha traducido en sus impresionantes actuaciones en el montículo.
¿Qué te parece? Deja tu comentario a continuación.